El lunes 22 de octubre nuestros peques se llevaron una desagradable sorpresa. ¡Las fotos de los percheros habían desaparecido!
Las hipótesis sobre lo que había ocurrido fueron de lo más variopintas, desde la posible "los mayores se las han llevado" que surgió en una clase, a otras cada vez más imaginativas: "los malos se las han llevado", " se las ha comido un brujo malo", " se las ha comido un dragón"... Hipótesis todas muy interesantes pero que no solucionan nuestro problema.
Problema que costó ver, porque de primeras la falta de las fotos no generó más que sorpresa y curiosidad. Al principio no parecía más que una divertida anécdota...
Hubo que esperar un rato hasta que los niños y niñas, y no todos, de las diferentes clases fueran conscientes de que se complicaba la tarea de colgar las diferentes prendas en la percha.
Ahora que sabemos que tenemos un problema podemos empezar a buscar soluciones. Las primera idea es la de buscar: en el patio, por la clase, de camino al cole, los niños de la clase que pensaron que pudieron ser los mayores subieron a sus clases a preguntar...
Búsqueda sin resultado, así que seguimos sin fotos y parece ser que los tres grupos bloqueados. Al final encontraremos una solución satisfactoria...
Los percheros sin foto.
Después de dos días surge por primera vez la idea de poner el nombre. Ha hecho falta tirar un poco del hilo, recordar que había antes en los percheros que les hacía saber cuál era el suyo: "¡La foto!" (todos a una). Pensamos y recordamos que además de la foto estaba una cartulina y, ¡Por fin!, alguien habla por primera vez del nombre, otro propone ponerlo fuera y alguien acompañarlo de un dibujo.
Primera solución a nuestro problema. Por ahora nos vale como primer recurso para evitar el caos, pero ya estamos sufriendo de nuevo confusiones en los percheros... ¿Tal vez será el identificador demasiado grande...?
Colocando los nuevos identificadores.
El vistoso resultado.